La pasada primavera, las dos Redes de Empleo más representativas de España, en el ámbito de las entidades sociales, publicamos un manifiesto en el que solicitábamos que la reforma laboral, sobre la que se estaba “dialogando” por parte de Sindicatos, Gobierno y Empresarios, asumiese una serie de medidas que considerábamos imprescindibles.
La reforma se ha realizado sin el ansiado acuerdo y ha traído consigo una huelga general mientras el problema de cuatro millones y medio de desempleados sigue presente.
Desgraciadamente, muy pocos de los puntos del manifiesto que hicimos público, han logrado entrar en la reforma laboral realizada. Reforma que en resumen se traduce en flexibilizar un poco las relaciones laborales a cambio de judicializar esas mismas relaciones, que es justo lo que no desean los empresarios, quienes, en definitiva, son los que deben crear empleo y contratar.
No se ha logrado el pacto nacional por el empleo: En el problema número uno, así percibido por los ciudadanos, en todas las encuestas del CIS, no se logra un acuerdo básico, un pacto de Estado para que el desempleo no sea arma arrojadiza entre unos y otros.
No se ha creado un contrato específico para jóvenes desempleados que suponen más del 40% del desempleo en España.
La apertura a la iniciativa privada en la intermediación laboral no se ha concretado y queda pendiente de ulteriores acuerdos. Esa apertura de la intermediación laboral a la iniciativa privada no llevará el ritmo que la situación requiere.
Mientras tanto otros avanzan:
En estos días los medios de comunicación han reflejado como el Primer Ministro del Reino Unido, un Estado absolutamente garantista y pionero en los sistemas de protección social, donde la cobertura por desempleo es indefinida y las ayudas sociales son muy amplias y están muy interiorizadas por la población en su conjunto desde hace décadas, ha tomado la iniciativa de eliminar la prestación por desempleo a aquellas personas que cobrando del Estado y rechacen realizar trabajo para la Comunidad. Esa es exactamente la medida que solicitábamos en el manifiesto publicado el pasado Mayo. En concreto:
“Instaurar la figura del PERCEPTOR ACTIVO, lo que supone que los desempleados que perciban prestaciones tengan que desarrollar actividades de interés general al servicio de la Comunidad a través de entidades sin ánimo de lucro y con el objetivo, entre otros, de desarrollar leyes importantes como la Ley de Dependencia y siempre relacionando el objetivo profesional, con la entidad social y el proyecto en el que realizar esa actividad al servicio de la comunidad, otorgándoles, además, servicios públicos gratuitos como transporte, formación, etc.”
En esta situación, que no parece que tenga solución a corto plazo, es preciso olvidarse de los réditos electorales y tomar iniciativas valientes. LOS DESEMPLEADOS PRIMERO y eso exige justamente pensar en los que están en desempleo de verdad. De hecho medidas como esta permitirían centrar la atención en los que lo necesitan y eliminar “free riders” o “gorrones” de los sistemas públicos de protección. Mejorando así la cobertura y la formación de los trabajadores en desempleo.
Sabemos que estas medidas son impopulares pero también imprescindibles para que los desempleados sean la principal atención en estos momentos.