domingo, 31 de enero de 2010

¿Qué es una empresa social?


La conclusión más clara que sacamos de la participación en el taller "Empresa con fines solidarios" es que la definición de empresa social no está tan definida, y lo que es más, hay cierto debate sobre lo que es una empresa social y a qué formas jurídicas se ajusta. Parece que en general, se considera economía social a las entidades no lucrativas, empresas de inserción, cooperativas y sociedades laborales limitadas, pero,


¿Realmente creemos que la forma jurídica es el único parámetro que define el carácter social de una empresa, o mejor dicho, de una iniciativa emprendedora?

La respuesta es un no rotundo, o acaso no puede generar más valor social más social una promotora de iniciativas de economía social participada únicamente por ENL´s que una asociación de amigos del ajedrez? Es decir, que una iniciativa no es más social por que se acoge a una forma jurídica como empresa de inserción sino que es social por su actuación, por sus fines y por el valor social añadido que genera.


"No importa la forma jurídica, importan los motivos" ... porque motivos para emprender socialmente hay, también hay motivación y aunque no siempre hay apoyos ni herramientas específicas, por suerte hay iniciativa, sensibilidad y capacidad emprendedora.

jueves, 21 de enero de 2010

¿El emprendedor nace o se hace?

El colectivo de los jóvenes sigue siendo uno de los más amenazados por el paro, y por extensión en mayor riesgo de exclusión sociolaboral. Nos encontramos con situaciones tales como jóvenes con edades cercanas a los 30 y dependientes todavía de la protección económica de sus familias, así mismo también ha habido un aumento en el número de jóvenes sin abrigo, una tasa creciente de fracaso escolar... ¿Están los jóvenes perdiendo su capacidad de emanciparse, de independizarse, de crear, de innovar?

La necesidad de generar tejido productivo y de aumentar el número de iniciativas empresariales unido a la necesidad de los jóvenes de fortalecerse y aumentar su independencia y emancipación requiere de la participación de estos últimos en el proceso de emprendimiento aplicando criterios de gestión eficaz y eficiente al ámbito de su trabajo, sin que ello implique la renuncia mínima a la creatividad, la innovación y la iniciativa.

La falta de jóvenes empresarios y emprendedores está haciendo que ese camino y esa necesidad latente tarde en surgir y mucho más en afianzarse. Agrava la situación la falta de motivación, la ausencia de información sobre las posibilidades y oportunidades existentes y la escasa disponibilidad y accesibilidad a asesoramiento y asistencia técnica personalizada, de calidad y objetiva.

El impulso de empresas o iniciativas económicas autosostenibles es una garantía del desarrollo de iniciativas propias, del empoderamiento y la búsqueda de la independencia y el desarrollo personal.

Creemos que el emprendedor nace y se hace, es decir, que el desarrollo de capacidades y actitudes emprendedoras si bien no siempre tiene que derivar en la creación de una empresa, si tiene efectos positivos en el desarrollo personal y profesional de las personas.

Tan valioso es el emprendedor – empresario como el intraemprendedor – persona que emprende dentro de un proyecto (empresa)-, tan aplicable es la iniciativa y capacidad emprendedora a la puesta en marcha de proyectos profesionales como los personales; y ambos se basan en una metodología de base común.


¿Emprendemos?