martes, 11 de marzo de 2008

El enfoque integral de la inclusión social


Hace dos semanas tuvimos la ocasión de asistir y participar en la jornada organizada por la Fundación Domus Labora: "Binomio Vivienda y Empleo: Un enfoque integral de la inclusión social" y no querría dejar de comentar aquí lo importante que me parece tener en cuenta el enfoque integral, ahora bien ¿Qué es eso de integral?

Es obvio que la inclusión social no se alcanza si se atiende únicamente a una de las múltiples causas que provocan la exclusión por el simple hecho de que la exclusión social es un fenómeno complejo, multidimensional y dinámico que requiere de una intervención integral; a lo largo de la jornada pudimos escuchar como los ponentes y participantes de las mesas redondas justificaban la necesidad de ese cambio de enfoque en las intervenciones que se hacen desde las entidades sociales.

Parece que ya todos tenemos claro que Exclusión no sólo pobreza y por supuesto inclusión no es sólo encontrar un trabajo. Ahora, si los recursos son limitados y no es fácil organizarse ni abarcar campos diversos- ya se sabe que quién mucho abarca poco aprieta- sería fundamental que las entidades empecemos a plantear programas combinados como algunos de los ejemplos que vimos en la jornada de vivienda y empleo, digamos por ejemplo el
Foyer, y a trabajar en red no sólo con entidades del mismo área de actividad sino también con otras de áreas complementarias.

Bien es verdad que a veces en las convocatorias sólo cabe un tipo de actividad: inserción laboral, alojamiento, educación… bien que a veces las entidades pueden sentirse desbordadas,
¿Qué hacemos?

Estas son mis conclusiones de la jornada, claves para dar respuesta a la problemática actual:


  • Trabajo en red para complementarnos y aprender

  • Emprendimiento y autofinanciación para ganar flexibilidad e independencia

  • Innovación y creatividad en busca de nuevas fórmulas que incorporen ese enfoque integral de la inclusión social.

V+E=IS

Vivienda + Empleo = Inclusión social

Seguimos...

Finalizando

Ø En séptimo lugar, el divorcio absoluto entre la formación profesional y la empresa y entre la universidad y la empresa. Algo que aunque en el siglo XXI resulta inconcebible sigue siendo una muy cruda realidad en España. Es verdad que en los últimos tres años estamos viendo saltos espectaculares de cambio en esta dirección, sobre todo en áreas tecnologiotas que es donde más atraso tenemos. Los avances de colaboración entre empresas y universidades en nuevas tecnologías de la comunicación y en actividades biotecnológicas esta siendo notable. Sin embargo debe extenderse al conjunto de las titulaciones y carreras.

Ø Al fallar esta relación entre empresa y sistema educativo dilapidamos recursos en formar personas que no saben si estudian lo que realmente quieren estudiar, que aún sabiéndolo no están preparadas de forma práctica para el empleo preciso y para que nuestro sistema productivo sea competitivo.

Ø En octavo lugar, sigue fallando el reconocimiento al verdadero empresario que, además de ganar dinero, impulsa ideas, genera empleo y ayuda como nadie a mantener el Estado de Bienestar.

Concluyendo:

Es preciso mejorar los sistemas de atención y la imagen de los Servicios Públicos para mantener y mejorar la estructura impositiva y en general todo el sistema fiscal de modo que a los empresarios y ciudadanos “no les importe” pagar ya que sabrán que los servicios serán de calidad y se podrá crear más y mejor empleo. Más allá de los servicios de empleo, que conocemos todos/as más directamente no es normal que algunos tramites administrativos se alarguen años sin ninguna explicación con la consiguiente inseguridad para el inversor y el riesgo sobre los empleos.

Continuando

Ø En cuarto lugar, los sistemas de educación permanente y ocupacional son derrochadores e ineficientes. Basta ver la forma de ejecutar la formación ocupacional e incluso de programarla para ver que estamos derrochando energía y dinero. Es verdad que es mejor hacerlo que no hacerlo pero veinte años después se podría avanzar y consolidar el “sistema de formación para el empleo”.

Ø En quinto lugar, los sistemas públicos de empleo son ineficientes, no están centrados en las demandas del sujeto y no cuentan con profesionales adecuados.

Ø En sexto lugar, la familia en el estado español actúa de forma sobreprotectora, en parte por la falta de medios y recursos en servicios e iniciativas que actúen como puente entre la familia y la emancipación total del joven. En este sentido si podemos ver experiencias en la UE de las que tenemos mucho que aprender. Lugares como residencias que compatibilicen el alojamiento con el trabajo y el estudio, en su caso.