viernes, 30 de noviembre de 2007

Intraemprendiendo


¿Qué es eso de intraemprender?

Cuando todavía es difícil lograr que el interlocutor no se quede con cara de poquer cuando hablamos de emprendimiento social, cada vez se oye hablar con más frecuencia de otro concepto vinculado al emprendimiento y todavía más desconocido, me estoy refiriendo al intraemprendimiento, y curiosamente, no es en el ámbito de las entidades sociales precisamente sino en el ámbito de la empresa privada. Otro síntoma más de que volvemos a estar a la cola en la gestión de personas, recurso fundamental en las entidades sociales.

Hasta ahora, las entidades sociales nos hemos dedicado principalmente a mirar hacía fuera, a volcarnos en nuestros usuarios, a analizar el entorno y la exclusión que genera y a escrutar los Boletines oficiales en busca de financiación para nuestros proyectos, la mirada hacía fuera es necesaria para no perder contacto con la realidad, con la problemática que combatimos y con los resultados que generan nuestras actividades, pero ¿Miramos hacía dentro? ¿Analizamos lo que hacemos y los resultados que tenemos en relación a los recursos que utilizamos? ¿El talento y la creatividad de las personas que participan en nuestra entidad? ¿Tratamos de innovar en nuestra actuación y de emprender?

Recientemente, se ha puesto de manifiesto la importancia que tiene una visión integrada y completa de la realidad que nos rodea, ¿Cómo funcionan nuestras entidades? ¿Qué personas tienen? Y lo que es más, ¿Qué ideas tienen las personas que componen las entidades? ¿Escuchamos las ideas que surgen del trabajo diario de los técnicos o premiamos más al que pide más veces permiso que disculpas? El compromiso social y la orientación a los usuarios, requiere de nosotros la máxima eficacia y eficiencia, ya que en la mayoría de los casos manejamos fondos públicos o donados.

En un ámbito como el del tercer sector, es especialmente importante la profesionalización de nuestra actividad y actuación y una buena manera de conseguirlo es incluyendo la innovación en nuestra planificación estratégica. Reflexionemos un poco, ¿Qué valor le estamos dando a la innovación y la creatividad, al emprendimiento? ¿Lo fomentamos entre nuestros trabajadores o creemos que son conceptos propios de la tecnología, el arte y la empresa privada respectivamente?

El intraemprendimiento no es otra cosa que el desarrollo de ideas, iniciativas y proyectos novedosos surgidos de la inquietud y el espíritu emprendedor de las personas que componen la entidad, pero está inquietud se verá truncada si desde la dirección y la política de la entidad no se fomenta y apoya el valor de las ideas y el talento. La única forma de plantar hoy la semilla del cambio y fomentar y potenciar la cultura emprendedora es cuidando el talento y la iniciativa de las personas que componen la entidad, motivando y no sólo capacitando, fomentando el espíritu emprendedor e innovador y no la rutina del trabajo únicamente.

¿Cómo conseguir que el tercer sector aproveche el talento de las personas que lo componen? Recompensando la creatividad, dando espacios, recursos y tiempo, teniendo una visión de largo plazo, formándonos en técnica de creatividad e innovación, colaborando con otras entidades dentro y fuera de nuestro ámbito de actuación, evaluando y aprendiendo, creando grupos interdisciplinares, venciendo la resistencia al cambio, superando complejos, no cayendo en la autocomplacencia, recordando que todos los grandes proyectos innovadores algún día fueron pequeños y en definitiva….Aprendiendo a emprender, o mejor dicho, aprendiendo a intraemprender.


lunes, 19 de noviembre de 2007

Aclarando conceptos: Trabajo, Empleo, desempleo y voluntariado

Empecemos por distinguir entre trabajo, empleo y desempleo:

Ø Trabajo es la capacidad humana de hacer cosas con un fin lógico y estructurado para transformar, mantener, cambiar o hacer.
Ø Empleo, sin embargo, es el trabajo que el mercado compra.
Ø Así el desempleo es el trabajo que el mercado no compra por diferentes motivos.

Muchas actividades no remuneradas o sin ánimo de lucro son una posterior fuente de empleo porque el mercado decide comprar. En esto último las ENL ´S son expertos en generar trabajo para crear la necesidad y posteriores empleos. Sólo por ese motivo ya merecen todo tipo de apoyos; pero también son expertos en no ver las oportunidades que los emprendedores si detectan y crean para que el mercado las compre. En ese sentido merecen todas las llamadas de atención para que espabilen. Está claro que una asignatura pendiente de las entidades de empleo no lucrativas es el emprendimiento y la generación de iniciativas económicamente viables y socialmente beneficiosas, capaces de generar empleo y desarrollo local a la par que ser autosostenibles.

El voluntariado por su parte es un vehículo de formación y aprendizaje capaz de aumentar la empleabilidad de las personas.

No olvidemos que el trabajo crea empleo al igual que el voluntariado, y mucho menos olvidemos que el emprendimiento también.

jueves, 15 de noviembre de 2007

A vueltas con el desempleo


El desempleo, tal y como hoy lo conocemos, es un fenómeno relativamente reciente, tiene una vida de 30 años. Podemos poner como fecha orientativa la primera crisis del petróleo. España en estos 30 años ha luchado desde el primer momento contra él en condiciones adversas ya que en los primeros quince años ha tenido que hacerlo compatible con un arduo trabajo como ha sido recobrar instituciones y restablecer la democracia tras 40 años de dictadura. Además, lo ha hecho con instituciones débiles, sin credibilidad, con un proceso de construcción del propio estado y en pleno proceso de traspaso de competencias que 30 años después no ha concluido.

Para ello, empezaremos por un primer artículo dedicado al repaso histórico de las peculiaridades del empleo y desempleo en nuestro país desde el fin de la dictadura hasta nuestros días. Como adelanto, en este periodo de tiempo hemos podido constatar muchas cosas. A saber:

  • Que la atomización del sector es absoluta y total. Existe atomización sindical – aunque en este caso no este tan claro que sea así -.Existe atomización empresarial y de sus organizaciones. Y existe, obviamente, una clara división y multitud de organizaciones del llamado tercer sector - no lucrativo - sin una estrategia común. También existe atomización de políticas frente al desempleo. Europa sin competencias, el estado con su traspaso a las CC.AA y las CC.AA. sin una coordinación real.

  • La segunda constatación es que frente a esa atomización, el mercado se ha globalizado y trasformado en un mercado mundial de mercancías y capitales e información.

  • Las organizaciones no han tenido voz propia en una adecuada interlocución con los poderes públicos sencillamente porque depende de estos y no existe ni voz común, ni recursos propios ni ningún otro medio de presión directa o indirecta.

  • A pesar de los esfuerzos realizados no existe un sistema definido y permanente de atención al desempleado. Para entenderlo, el sistema de salud puede ser mejor o peor, será criticable o no pero existe y es “igual” en todo el Estado y tenemos convenios internacionales y procedimientos conjuntos en la UE para dar cobertura sanitaria...en definitiva existe ese sistema. No es el caso del servicio público de empleo.

Frente al desempleo se han hecho muchas cosas, innumerables acciones pero eso no significa que se hayan hecho bien. No tenemos sistema de evaluación e indicación de la calidad. El cortoplazismo ha primado por parte de todos: ayuntamientos, CC.AA, entidades sociales, sindicatos y técnicos, con lo que la pérdida de recursos ha sido enorme.

Uno de los objetivos, por lo tanto, es globalizar el trabajo frente al desempleo para no hacer una tarea que a largo plazo no sirva de nada. La tarea es ingente porque se relaciona mucho con las políticas económicas y la acción institucional pero también con la política industrial y la tecnológica y la social entre otras.


Seguiremos reflexionando en este sentido...